Sermón Textual
La elaboración del Sermón Textual reúne muchas ventajas. Entre ellas,
que permite captar el interés de los asistentes, evita salirse del tema y
además, mantiene los márgenes bíblicos, es decir, que se sujeta específicamente
a lo Escritural y no a las anécdotas del predicador que tienden a glorificarlo
a él antes que a Jesucristo. En esencia, este género de exposición se centra en
la Escritura. ¿Cómo se escoge un texto?
Esta constituye la pregunta que se formula todo predicador en sus
comienzos. No es fácil. Pero sugerimos dos principios que son infalibles.
a. Busque la dirección de Dios
Esta es la estrategia principal. Todo predicador debe pasar buena parte
de su tiempo en oración. No podemos hablar de un Dios de poder si no lo
conocemos o si lo conocemos y no permanecemos en su presencia. ¿Cómo ser
mensajeros de Aquél a quien no consultamos?
Al comenzar la semana o durante el transcurso de la misma, el expositor
bíblico debe pedir la orientación del Supremo Hacedor en procura de guía sobre
la porción escritural que debe escoger. Este principio no falla. Generalmente
en el curso de las horas siguiente, Dios muestra pasajes que llaman
poderosamente la atención y se constituyen en la base de mensajes para la
membresía.
b. Estudie la Biblia y tome apuntes
Adoptar la costumbre de estudiar la Biblia e ir tomando apuntes en una
libreta sobre los aspectos que nos llamaron la atención, los que podrían tener
una aplicación práctica o aquellos en los que sentimos específicamente que Dios
habló a nuestra vida, constituyen una valiosa herramienta.
En el futuro, cuando estemos frente al compromiso de exponer la Palabra
de Dios, será de mucha utilidad revisar las notas. De seguro siempre
encontraremos un tema para compartir con nuestras congregaciones.